Aunque los pacientes suelen responder bien a las pautas dadas en consulta para perder peso, existen algunos casos que cuesta un poquito más. Siempre debemos asegurar que la persona lleva a cabo todos los ajustes en materia de ejercicio, alimentación, descanso que vamos viendo de forma habitual en esta web.
Hoy vamos a ver una situación que se da en algunas personas, el concepto de Genotipo ahorrador (GA): una teoría desarrollada por Neel en la década de los 60 del S.XX. Éste investigador planteaba que el ser humano cuenta con genes que hacen nuestro organismo una máquina excepcionalmente eficiente para utilizar energía.
Investigadores han explicado de forma reciente algunos aspectos interesantes relacionados con la pérdida de peso:
- Las condiciones de nuestro medio interno asociadas al estilo de vida pueden favorecer la expresión del genotipo ahorrador.
- Vivir una situación que el cuerpo perciba que precisa sobrevivir optimiza la expresión de los GA (por ejemplo estancia en la UCI)
- No adecuarse a los ritmos circadianos
- Obesidad en la infancia
Entre los genes implicados en los orígenes de la obesidad se encuentran genes que codifican proteínas orientadas a transmitir señales de hambre y saciedad, genes implicados en el crecimiento y diferenciación de los adipocitos y genes implicados en el control del gasto energético
Bouchard, que lo mencioné anteriormente, cita 5 posibles situaciones:
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Tasa metabólica baja y termogénesis insuficiente. Gasta poca energía y genera calor reducido por lo que no gasta de las reservas de grasa.
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El que tiene tendencia al sedentarismo.
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El que no tiene correctamente regulada el control de la saciedad y el hambre.
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Aquellos que tienen dificultades para consumir las grasas del cuerpo como sustrato energético (oxidación lipídica)
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El que tiene tendencia a almacenar la grasa ingerida y producida
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