Ayer leí un nuevo artículo sobre la baja menstrual y retomé unos pensamientos que me acompañan desde el principio y que quiero reflejar. La normalización del dolor menstrual en la mujer y lo que realmente subyace sobre este tema.
Para organizar mis esquemas mentales tenía que armarme de una serie de datos que pudieran apoyar mi teoría sobre una decisión del gobierno, basada en un problema de salud y no sobre ese transfondo político que muchas figuras quieren hacer ver. Los puntos que necesitaba para organizar mi reflexión se basaban en:
- Realmente ¿la regla tiene que ser dolorosa?
- Cual es la prevalencia de esta situación en todo el planeta. ¿Está siendo estudiado?
- Si la regla no tiene que ser dolorosa. ¿Cuál es el fenómeno que explica verdaderamente esta situación?
- Cuál es el término de este dolor y en qué ámbito nos movemos. ¿Es precisa la baja laboral?
La menstruación ha sido un tema socialmente repudiado desde que existen evidencias arqueológicas. De hecho la regla sigue siendo un estigma social en algunos lugares de nuestro planeta como es Nepal. La cantidad de dolor experimentado durante la menstruación varía de una persona a otra. Para algunas mujeres, el dolor menstrual es muy leve y apenas notable, mientras que para otras puede ser intenso y afectar su capacidad para realizar actividades cotidianas.
el dolor intenso y debilitante no es normal
¿la regla tiene que ser dolorosa?
El dolor menstrual es causado por las contracciones uterinas que se producen durante la menstruación. Estas contracciones ayudan a expulsar el revestimiento uterino que se ha acumulado durante el ciclo menstrual. Cuando estas contracciones son fuertes, pueden comprimir los vasos sanguíneos del útero, reducir el flujo de oxígeno y causar dolor.
Aunque un cierto grado de dolor menstrual es común, el dolor intenso y debilitante no es normal y puede ser un signo de una condición médica subyacente. Si el dolor menstrual es inusualmente fuerte, dura más de lo normal o está acompañado de otros síntomas como fiebre, vómitos o dolor al orinar, se debe consultar a un médico.
Algunas mujeres describen su menstruación como una sensación de ser apuñaladas o retorcidas en el abdomen.
Cual es la prevalencia de esta situación en todo el planeta
El dolor menstrual es un problema de salud común en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más del 50% de las mujeres en edad reproductiva experimentan algún grado de dolor menstrual durante su ciclo menstrual.
Las tasas de dolor menstrual varían según la región geográfica, la edad y otros factores socioeconómicos y culturales. Por ejemplo, se ha informado que las mujeres en países de bajos ingresos tienen una mayor prevalencia de dolor menstrual debido a la falta de acceso a atención médica ya la educación sobre la salud menstrual.
la microbiota intestinal tiene la capacidad de metabolizar los estrógenos, lo que puede influir en los niveles circulantes de hormonas femeninas relacionadas con la menstruación.
En algunos estudios se ha encontrado que la intensidad del dolor menstrual es mayor en mujeres jóvenes, especialmente en adolescentes. Se cree que esto puede deberse a factores hormonales y psicológicos asociados con la pubertad y la maduración sexual.
En general, aunque el dolor menstrual es un problema común en todo el mundo, su intensidad y frecuencia pueden variar mucho entre las mujeres y las regiones geográficas.
Si la regla no tiene que ser dolorosa. ¿Cuál es el fenómeno que explica verdaderamente esta situación?
El incremento del dolor menstrual en la mujer podría ser un compendio de varias situaciones que se da en nuestra sociedad:
- El incremento de la exposición a contaminantes de todo tipo en alimentos, inhalados, tejidos,..
- El incremento de la alteración de la microbiota intestinal (también bucal, ginecológica,…) en toda la población humana que afecta especialmente a las mujeres.
Esta última propuesta tiene una explicación.
La microbiota intestinal desempeña un papel importante en la regulación del sistema inmunológico y la inflamación, que son factores importantes en la dismenorrea. Se ha demostrado que una disbiosis (desequilibrio en la composición de la microbiota intestinal) puede contribuir a la inflamación sistémica, lo que puede exacerbar el dolor menstrual. La microbiota intestinal también puede influir en los niveles de hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona, que a su vez pueden afectar la gravedad de la dismenorrea. Se ha demostrado que la microbiota intestinal tiene la capacidad de metabolizar los estrógenos, lo que puede influir en los niveles circulantes de estas hormonas.
Un estudio reciente sugiere que la suplementación con probióticos (microorganismos vivos mejoras) puede mejorar los síntomas de la dismenorrea en algunas mujeres. Los investigadores encontraron que las mujeres que tomaron un probiótico específico durante tres meses experimentaron una disminución significativa en la gravedad del dolor menstrual en comparación con las que recibieron un placebo.
En resumen, aunque la relación exacta entre la microbiota y la dismenorrea aún no se comprende completamente, hay evidencia creciente que sugiere que la microbiota intestinal puede tener un impacto en la salud reproductiva femenina, incluida la dismenorrea. La investigación actual sugiere que la suplementación con probióticos puede ser una estrategia prometedora para mejorar los síntomas de la dismenorrea, pero se necesitan más estudios para confirmar estas conclusiones.
Cuál es el término del dolor menstrual y en qué ámbito nos movemos. ¿Es precisa la baja laboral?
Algunas mujeres pueden describir el dolor menstrual intenso como similar a las contracciones durante el parto o incluso como una sensación de ser apuñaladas o retorcidas en el abdomen.
Las molestias son tan indescriptibles que justifican que la persona quede totalmente incapacitada en su desempeño laboral. Esta situación no sólo precisa ser señalada, sino abordada como parte de un problema mucho mayor dentro de la la salud humana y sobre todo la femenina (origen de nuestra humanidad)
El dolor menstrual intenso puede interferir significativamente con la calidad de vida, la capacidad para realizar actividades cotidianas y el bienestar emocional de una mujer. Si el dolor menstrual es severo o interfiere con la vida diaria, es importante hablar con un médico o un proveedor de atención médica para determinar la causa subyacente y discutir opciones de tratamiento.