Cuidar la salud intestinal mejora enfermedades de la piel, ya lo decían las Medicinas Orientales y ahora también el Dr. Vicente Navarro. Navarro es investigador principal del Grupo MiBioPath, director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas y Microbiota Humana de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) y Director de Investigación del Instituto de Investigación Bioithas en el Parque Científico de Alicante.
la revista Scientific Report, ha publicado su investigación sobre la microbiota intestinal específica en pacientes con psoriasis
Según los estudios del equipo de Navarro el tratamiento de la psoriasis con probióticos, junto a la terapia habitual, mejoraría el pronóstico y el tratamiento de este problema de salud.
En una entrevista realizada a este especialista, Navarro explicó lo siguiente: Los resultados de nuestra investigación han demostrado que el tratamiento con un probiótico, junto a la terapia habitual de esta enfermedad, mejora tanto pronóstico como la respuesta de pacientes con psoriasis. Este cambio se acompaña de una normalización de esa microbiota alterada en estos pacientes. Hemos podido demostrar como actuando sobre una nueva diana terapéutica, podemos aportar un plus al tratamiento de esta compleja enfermedad.
Investigaciones recientes relacionan la microbiota con alergias, enfermedades crónicas y otras patologías como la esclerosis
El sistema de retroalimentación de la súper carretera entre la microbiota intestinal y el sistema nervioso central involucra las rutas inmunitarias, endocrinas y neurales, formando así el Eje MGB.
Nuestro intestino conforma una extensa red de neuronas que a menudo se conoce como un segundo cerebro. Tan inteligente es este sistema y tan crucial es para nuestra salud, que a menudo se pasa por alto.
Nuestros niveles de estrés tienen una influencia directa en la salud de nuestro entorno intestinal que afecta no solo a nuestra salud y funciones fisiológicas, sino también a nuestra salud mental y emocional. Este sistema nervioso entérico tiene más de 100 millones de neuronas en los nueve metros de su longitud que a menudo se conoce como un segundo cerebro.
Un «cerebro» que contiene más neuronas que la médula espinal o el sistema nervioso con el 90% de la información transmitida por el nervio vago involucrado en la transmisión de información del intestino al cerebro, en lugar de lo contrario.
Nos corresponde entonces averiguar más sobre su funcionamiento para garantizar que este entorno siga siendo una sinfonía de la salud en lugar de un entorno de enfermedad mortal o adicción.
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