Hay ciertos momentos del año que se generan ciertas dinámicas relacionadas con propósitos de enmienda: dejar de fumar, ir al gimnasio, perder peso,.. Son situaciones que se suelen dar a principio de año, previo al verano o tras finalizar éste último. Tiene cierta relación con el cierre y apertura de nuevos ciclos, lo que permite a la persona volver a darse una oportunidad. En mi opinión, estos propósitos de enmienda son una forma de procastinar y retardar una serie de aspectos que pueden darse desde el mismo momento.
Uno de los grandes riesgos de ciertos tipos de dietas muy restrictivas es el de generar un estado de alerta en el cuerpo
La pérdida de peso se relaciona con una tendencia de la sociedad moderna al autocuidado, se asocia con la salud. El fallo radica en seguir valorando como un único parámetro a tener en cuenta junto a la medida de IMC (índice de masa corporal). Te voy a contar a continuación porqué tener en cuenta sólo tu peso es un error muy común a tener en cuenta.
¿Qué tengo que tener en cuenta si quiero adelgazar?
Lo primero de todo es saber porqué quieres o tienes que adelgazar. Puede ser un tema de autoimagen, porque tienes sobrepeso, te lo dicen personas cercanas a ti… Lo aconsejable en todo caso es que consultes con un profesional de la salud.
Tienes que saber que incluso aunque una persona tenga una situación normopeso (peso dentro de parámetros normales) puede ser susceptible de tener problemas de obesidad metabólica. Existe en este caso lo que se conoce como el delgado metabólicamente obeso.
Nuestra estructura corporal o antropometría (peso y altura) es un compendio de muchas variables. Debemos de tener en cuenta cual es la proporción de músculo, hueso, agua y diferentes tipos de grasas tenemos. Te puede interesar el artículo que escribí para la SESMI sobre la influencia del tejido adiposo en la salud mental, ahí explico la grasa blanca y la grasa parda.
Por lo tanto, es esencial saber que si no lo gestionas de forma correcta, puedes estar perdiendo peso en detrimento de las variables anteriormente citadas. ¿Esto porqué sucede?
Que sucede cuando pierdes peso, adelgazas y te quedas con la grasa.
Llevar a cabo una alimentación con restricción calórica, nada equilibrada y sin ejercicio es una mala idea. Uno de los grandes riesgos de ciertos tipos de dietas muy restrictivas es el de generar un estado de alerta en el cuerpo. Esto tiene como consecuencia lo que se llama catabolismo proteico, es decir pérdida de músculo. Curiosamente el cuerpo decide consumir tu músculo. Una pérdida de peso rápida puede ser sinónimo que estas quemando todo el almacén incluida la masa muscular. La sustitución de grasa por incremento de masa muscular suele llevar un tiempo, hecho que ocasiona que la pérdida de peso suele ser más paulatina. Esto no quiere decir que si eres un/a crack y eres correctamente supervisado puedas llevar a cabo pérdida de peso y remodelado corporal en menos tiempo.
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Lo ideal es combinar una correcta alimentación, llevar a cabo un trabajo muscular adecuado con el objetivo de perder la grasa y ganar músculo. El músculo va a actuar como un órgano endocrino, te va a facilitar una mayor regulación metabólica aunque de forma más lenta. Curiosamente,¡ puede suceder que no pierdas o incluso ganes algo de peso! Esto sucede porque el músculo es más denso que la grasa y ocupa menor volumen.
Suplementarnos como una ayuda adicional.
Consciente, y me reitero, de la importancia de acompañar de una correcta actividad física podemos buscar cierta ayuda en la suplementación. Por ejemplo en la ingesta de aminoácidos. En los estudios que llevo a cabo con los pacientes en consulta observo que suele haber un déficit general de aminoácidos en todos ellos. Esto influye ostensiblemente en la salud, dado que los aminoácidos son muy importantes en muchas funciones corporales.
Algunos aminoácidos como la leucina pueden ser apoyo en el desarrollo muscular pues induce a activar las vías anabólicas, específicamente activando ciertas enzimas tras tu entrenamiento. Otros como la Cisteína tiene cierta acción sobre las grasas por su componente azufrado. Amén de sus propiedades antioxidantes, lo que ayuda a mantener a raya el estrés oxidativo (vinculado a la obesidad).
Algunos estudios, sin embargo, muestran cierta incertidumbre sobre el uso de aminoácidos de cadena ramificada. Por ejemplo en un estudio con mujeres obesas se desmostró cierto impacto sobre la obesidad ginoide (mejorando perímetro cadera y piernas) pero no sobre la pérdida de peso en general. Como decía quizás el fallo radica en querer valorar el peso como un parámetro válido a corto plazo. Otros estudios hablan de la respuesta de oxidación de grasas posprandial tras la suplementación de aminoácidos de cadena ramificada.
No quiero terminar este post sin hablar de la importancia de otros aspectos como el estado de la microbiota, la resistencia a la insulina,…entre otros valores importantes a tener en cuenta.
Te dejo con mi vídeo publicado en Instagram a este respecto.
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